La repentina renuncia de uno de los miembros más eminentes de la comisión consultiva sobre la crisis de los Rohingyas,
D. Bill Richardson, antiguo embajador estadounidense en las Naciones Unidas, constituye un acontecimiento importante en la secuencia temporal en cuyo curso se ha ido desarrollando la limpieza étnica, orquestada por los generales de Myanmar, bajo el gobierno decadente de Doña Aung San Suu Kyi. Además, recordamos las declaraciones de D. Richardson que considera que la política inflexible del gobierno birmano contra los cientos de miles de Rohingyas que huyen de las persecuciones es la causa de un auténtico caos y que rechaza, por consiguiente, de ser un títere del poder birmano.
AFD International condena con firmeza al gobierno de Myanmar por su reticencia para tratar con seriedad el desastre humano que ha causado. Condenamos igualmente los atentados contra la libertad de prensa, especialmente los arrestos de dos periodistas de la agencia Reuters que han comenzado a cubrir las operaciones militares birmanas contra la comunidad Rohingya en el Estado de Rakáin y que se exponen a hasta catorce años de prisión.
Asimismo, es indispensable que las Naciones Unidas y la Comunidad internacional actúen pronto y ejerzan una presión coordinada sobre el Estado birmano con objeto de obligarlo a resolver esta crisis humanitaria.
Departamento de Asia y el Pacífico
AFD International
25 de enero de 2018