Este domingo, 17 de mayo de 2015, las autoridades egipcias han ejecutado a seis manifestantes opositores al régimen egipcio. Con este acto el régimen en Egipto, encabezado por el presidente Abdelfattah Al Sisi, muestra su insistencia y determinación en seguir utilizando esta lógica basada en la confrontación en contra de todo aquel que pueda cuestionar su legitimidad. De hecho, cualquier levantamiento está siendo duramente reprimido , y aparentemente nada puede detener esta violencia sistemática y esta situación preocupante de caos que se está expandiendo en el país.
Contamos hasta la fecha miles de muertos en las protestas, decenas y miles de detenidos en las cárceles o lugares de detención secretos y actos sistemáticos de tortura. Los que tienen derecho a un juicio son juzgados con prontitud, donde no se hace ninguna distinción entre menores y adultos.
Procesos equitativos
Para nuestro pesar, podemos ver que muchos jueces se han puesto de acuerdo para violar las reglas fundamentales de un juicio imparcial definido a nivel internacional y protegido por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, convención ratificada por el Estado Egipto, que establece claramente en su artículo 14: «Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial.» También hay que señalar que los tribunales militares creados por el régimen egipcio no cumplen en nada estos criterios básicos.
Las sentencias de muerte
Más de 720 sentencias de muerte desde la toma del poder por el ejército. La ejecución de Mahmoud Ramadán, que fue ahorcado en marzo de 2015, y seis oponentes ahorcados el domingo 17 de mayo de 2015 son señales claras que nos impulsan, como una organización de derechos humanos, a denunciar este retroceso a los años post-revolución en este país.
No podemos aceptar que el régimen egipcio se este comportando impunemente sin que la comunidad internacional responda denunciando este hecho. El régimen debe detener las ejecuciones y cumplir inmediatamente con el derecho internacional mediante el respeto de la Carta Universal de los Derechos Humanos y todos los convenios ratificados por Egipto. Recordamos a las autoridades egipcias que la vida es un derecho inalienable consagrado en la Carta Universal de los Derechos Humanos y que la pena de muerte debe ser abolida y que un estado de derecho no puede utilizar la pena de muerte como medio de represión hacia la oposición.
AFD International pide a todas las organizaciones de derechos humanos establecer acciones de protesta e introducir medidas legales para obligar al régimen egipcio a cumplir con sus leyes. También llamamos a las organizaciones internacionales y a los estados miembros de la ONU a denunciar estas prácticas y dirigir una advertencia a Egipto.
AFD International
Departamento de MENA
Bruselas, Bélgica