El viernes 29 de octubre, el parlamento polaco aprobó el proyecto de construcción de un muro entre Polonia y Bielorrusia, que costará más de 350 millones de euros. Este muro debe correr a lo largo de la frontera por más de 100 kilómetros.
El objetivo de Polonia es hacer retroceder a los miles de inmigrantes, la mayoría de los cuales proceden de Oriente Medio. Según la UE, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, utilizó a los inmigrantes para «atacar» a la UE tras las sanciones económicas impuestas por la UE.
Polonia había solicitado junto con otros once estados de la UE apoyo financiero para la construcción de «barreras» en sus fronteras, la Comisión Europea se negó a otorgar esta ayuda financiera.
La obligación y el derecho de un Estado de defender y garantizar sus fronteras así como la seguridad de sus nacionales es indiscutible, además está previsto y enmarcado en estándares internacionales.
Es importante recordar que Polonia ha firmado y ratificado la Convención de Ginebra, este tratado internacional definió reglas claras para la protección de los refugiados. Todos los estados signatarios se han comprometido a brindar protección a los refugiados que buscan asilo.
Además de los estándares internacionales, existe un arsenal legal europeo que obliga a los estados miembros de la Unión Europea a ofrecer protección a los refugiados que lo soliciten, como el artículo 18 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Los Estados miembros de la UE han acordado una política de asilo común, incluso en lo que respecta a la protección subsidiaria o temporal.
Sin embargo, lo que está sucediendo hoy con Polonia es que, en nuestra opinión, está huyendo de sus responsabilidades y obligaciones al construir este muro. El otro problema es que los periodistas y las organizaciones benéficas ya no pueden acercarse a la frontera después de que Polonia impuso el estado de emergencia en la zona fronteriza, envió miles de soldados y legalizó la controvertida práctica de devolución directa.
La situación en la frontera entre Polonia y Bielorrusia es más que preocupante, ocho refugiados han muerto en los últimos días. Es por eso que denunciamos este proyecto de construcción. Pedimos a las autoridades polacas y bielorrusas que respeten sus compromisos y proporcionen asilo a quienes lo soliciten en sus fronteras de conformidad con los tratados internacionales.
AFD internacional
Departamento de Europa
Bruselas